Vygotsky dice en su obra Pensamiento y lenguaje: “El
desarrollo del pensamiento está determinado por el lenguaje” es decir por las
herramientas lingüísticas del pensamiento y la experiencia sociocultural del
niño.
Es precisamente a través del lenguaje que el niño y la
niña se insertan en el mundo y se diferencian de él, ya que en su desarrollo
van pasando de una función afectiva e individual, a cumplir una función
eminentemente cognitiva y social. A través del lenguaje tanto oral como
escrito, el niño y la niña pueden expresar sus sentimientos y explicar sus
reacciones a los demás, conocer distintos puntos de vista y aprender valores y
normas. También pueden dirigir y reorganizar su pensamiento, controlar su
conducta, favoreciendo de esta manera un aprendizaje cada vez más consciente
El lenguaje se considera un instrumento del
pensamiento. Un medio de comunicación que abarca tanto los procesos productivos
de la lengua (hablar y escribir) como los receptivos (escuchar y leer). Por
ello, la adquisición del lenguaje tiene una especial importancia en la
Educación Inicial porque es en este nivel educativo donde se cumplen objetivos
en las áreas social, intelectual, afectiva y motora, íntimamente relacionadas
con la preparación del niño y la niña para su escolaridad regular. No es un
primer grado para los más pequeños, no tiene entre sus objetivos la enseñanza
formal de la lectura y la escritura. Sin embargo, el docente no puede quedarse
de brazos cruzados esperando a que el niño y la niña lleguen a primer grado, no
debe limitarse el momento de la iniciación en el conocimiento de la lectura y
la escritura, sino introducirlos desde temprana edad en el mundo de la lengua
escrita y la lectura, para que a partir
de sus vivencias y experiencias con este medio, puedan ir construyendo los sistemas.
Camps y Kauffman citadas por Gillanders
(2001), sostienen que la adquisición de la lectura y la escritura se da a
partir de los contextos en los que aparezca en forma evidente para niños y
niñas el valor funcional de la lengua escrita. Por ello, el estudiante de Nivel
Inicial debe, entonces, tener experiencias diversas con la lengua escrita:
explorar materiales variados, descubrir las diferencias entre imagen y texto,
descubrir las partes de un libro, entre otras. Visto así, introducir a los estudiantes en la lengua escrita implica
que el docente se convierta en promotor de desarrollo, se dirija a hallar,
crear o provocar situaciones que enfrenten a los estudiantes con las
experiencias más idóneas para ellos. Dicho de otra forma, enseñar a
leer/escribir, no solo con los ojos o el entendimiento, sino con el corazón y
la imaginación, invitará a atravesar fronteras a incursionar en nuevos mundo, a
hacer posible lo imposible; es nada más ni nada menos, que formar libres
pensadores, lectores críticos que puedan expresarse y defender sus ideas sin
temor.
Los cambios en la concepción del aprendizaje
de la lectura y la escritura se traducen en el "APRENDER HACIENDO",
proceso activo, inteligente, de resolución de problemas por parte del o la que
aprende. El aprendizaje de la lectura y la escritura se logra a través del
contacto con materiales variados tales como: cuentos, periódicos, fotos, libros
de recetas, diccionarios, y con la práctica social en forma activa, en
situaciones reales significativas, en un entorno informal y lúdico que
favorezca la exploración, experimentación, la comunicación y los intercambios
de saberes con sus pares y adultos. Los niños y las niñas al tener contacto
activo con los materiales que les ofrece el entorno, y al enfrentarse a
diversos y variados géneros, comienzan a explorar, expresar emociones y
sensaciones; a partir de esta experiencia toman conciencia y construyen nuevos
saberes, esta exploración les permite apropiarse del lenguaje, en forma
creativa. El niño y la niña que aún no leen ni escriben de manera convencional,
en su interacción con los textos, observan la presencia de tipos de letras,
longitud de las palabras, letras mayúsculas y minúsculas, símbolos, otros. Los
símbolos o signos observados, por su diversidad, son portadores de información,
ya que el niño y la niña van descubriendo de que se trata (una carta, un
cuento, una revista, una receta, otros). Ante esta diversidad formulan hipótesis
sobre la propiedad del texto, lo cual van verificando en la medida que se
apropian de la lectura y la escritura convencional. Otro elemento primordial de
la interacción con los textos son las imágenes, los/las niños(as) en un
principio, anticipan para comentar con otros lo que están leyendo o conversan
con los/las compañeros(as) o adultos intercambiando con éstos(as) acerca del
texto que encontraron.
Leer en compañía de un adulto es el momento
ideal para que el pequeño comprenda qué es la escritura. Leerles en voz alta,
señalar las letras, y que éstas conforman las palabras, y ver las ilustraciones
que esas palabras representan, a la vez les ayudará a comprender el sentido de
la escritura en su generalidad, y que cada palabra tiene un significado en sí
misma. Iniciarlos en la lectura y en sus convenciones los ayudará a aprender
cómo abordar un texto.
Los niños y niñas como seres activos,
necesitan de la mediación del adulto para favorecer sus intercambios orales, en
un clima de confianza, de respeto, que sea receptivo de sus experiencias
propias, de su cultura, de su lenguaje y que cree situaciones de aprendizaje
acordes con su entorno real. Los adultos que acompañan los procesos de lectura
y escritura deben tener presente que el niño y la niña tienen que ser tratados
desde temprana edad como lectores y escritores, aunque todavía no lo hagan de
manera convencional.
Disfrutar a diario de experiencias lectoras
con los niños, compartir junto a ellos el placer del tiempo compartido, el gozo
de la escucha, favorecerá el desarrollo de la fantasía y sentará las bases de
futuros lectores, que aprovecharán leyendo, escuchando y compartiendo.
Por lo ya dicho es que siempre en las experiencias programadas dentro de la sala pongo en contacto a los peques con diversos tipos de textos y con diversas situaciones
de lectura y escritura estimulándolos a que lean y escriban desde sus posibilidades, propiciando situaciones
significativas de aprendizaje en las que combino el juego, la dramatización, la
transformación de las cosas estableciendo así una relación sinérgica entre los
diversos lenguajes, sobre todo entre el lenguaje oral, el gráfico-plástico y el
lenguaje escrito. Esto lo logro con la planificación de agendas literarias en las que se seleccionan los cuentos con los peques, se les da lectura y luego jugamos, creamos y dramatizamos.
Aquí algunos ejemplos:
Ahora les toca a ustedes seguir con la tarea de crear adultos lectores, por eso algunas sugerencias donde encontraran que leer, si no tienen libros a mano:
Cuentos de Brujas
Cuentos de Princesas
Cuentos Varios
Y si quieren disfrutar con los peques del maravilloso mundo de los cuentos hechos películas, solo deben sentarse, escuchar y ver....
NUESTRO CUENTO DE PELÍCULA
ESTE ES EL TRABAJO Y ESFUERZO DE TODOS, ¡FELICITACIONES MIS PEQUES!
A DISFRUTAR DE LA PROYECCIÓN DE NUESTRA PELÍCULA COMO SI ESTUVIÉRAMOS EN EL MEJOR DE LOS CINES.
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